Y ASÍ EMPEZÓ A RODAR LA PELOTA

SOCIEDAD

POR JAVIER BONET

@jabonetprensa

 En nuestra historia de hoy vamos a hablar de cómo comenzó todo. El fútbol argentino tiene una historia fascinante que se remonta a finales del siglo XIX, cuando el deporte fue introducido por inmigrantes británicos y argentinos de clase alta que habían estudiado en Europa. La llegada del fútbol a Argentina fue un proceso que involucró una combinación de influencias extranjeras y adaptaciones locales, que finalmente dio lugar a la creación de este deporte.

Se dice que el primer partido de fútbol jugado en Argentina tuvo lugar el 20 de Junio de 1867. El escenario fue el Buenos Aires Cricket Club, en la ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, fue a finales del siglo XIX cuando el fútbol comenzó a ganar popularidad significativa en el país. Los británicos que trabajaban en empresas ferroviarias y en empresas comerciales trajeron consigo el deporte como una forma de entretenimiento y recreación.

El primer club de fútbol argentino, Buenos Aires Football Club, fue fundado en 1867 por británicos residentes en Argentina. Este club, inicialmente exclusivo para la comunidad británica, fue un precursor importante para el desarrollo del fútbol en el país. A medida que la popularidad del deporte creció, surgieron más clubes en Buenos Aires y otras ciudades importantes.Uno de los hitos más importantes en la historia temprana del fútbol argentino fue la fundación de la Argentine Football Association (AFA) en 1893. La AFA se estableció para organizar y regular el fútbol en Argentina, estableciendo las bases para el desarrollo estructurado del deporte en el país. Desde entonces, la AFA ha desempeñado este papel

fundamental en la gestión del fútbol argentino. La Asociación del Fútbol Argentino es la más antigua de sus pares de Sudamérica y la octava del mundo. El fútbol de nuestro país no sólo fue el pionero de América en organizarse, sino que en 1912 se convirtió también en el primero del continente en afiliarse a la FIFA.

En las primeras décadas del siglo XX, el fútbol se consolidó como el deporte más popular de Argentina. Los clubes continuaron proliferando en todo el país, y se estableció una competencia regular a nivel local y nacional. La rivalidad entre los equipos se intensificó, y los partidos comenzaron a atraer a multitudes cada vez más grandes.

El fútbol argentino también se vio influenciado por el desarrollo de la liga profesional en la década de 1930. Con la creación de la Primera División en 1931, el fútbol argentino entró en una nueva era de profesionalismo.

Durante el siglo XX, el fútbol argentino experimentó numerosos momentos destacados, tanto a nivel nacional como internacional. La selección nacional de Argentina, conocida como la Albiceleste, se convirtió en una potencia mundial. Desde la fundación de la AFA, el 21 de febrero de 1893, nuestra selección ganó los Campeonatos Mundiales de 1978,1986 y 2022; obtuvo los subcampeonatos de 1930, 1990 y 2014, conquistó la medalla de oro olímpica en 2004 y 2008 y las de plata en 1928 y 1996 Estos triunfos elevaron el estatus del fútbol argentino a nivel global y consolidaron su lugar en la historia.

El fútbol también desempeñó un papel importante en la cultura y la sociedad argentina. Los partidos de fútbol se convirtieron en eventos sociales masivos, donde personas de todas las edades y estratos sociales iban a alentar a sus equipos. El fútbol también se convirtió en una fuente de identidad nacional y orgullo para el pueblo argentino.

El fútbol en Argentina comenzó como algo importado en el siglo XIX y rápidamente se arraigó en la cultura y la sociedad del país. A lo largo de los años, se ha convertido en una parte integral de la identidad argentina, generando pasión en millones de personas. Sólo basta de esto un ejemplo para dimensionar la pasión en nuestro país, los 6 millones de personas que salieron a las calles para festejar la obtención del título mundial en Qatar. Hoy sólo empezamos a contar la historia, en artículos posteriores contaremos con más detalles los primeros partidos y campeonatos.