POR JAVIER BONET
@jabonetprensa
En nuestra historia de hoy vamos a empezar a contar como empezó el tenis en nuestro país, este deporte llamado “El deporte blanco”. Tiene una historia fascinante en Argentina que se remonta al siglo XIX. Su introducción en el país se vincula a la llegada de los inmigrantes británicos y la influencia que trajeron consigo.
Aunque no hay una fecha exacta que marque el comienzo del tenis en Argentina, se sabe que su práctica se remonta a finales del siglo XIX, cuando el país comenzaba a recibir una importante migración de europeos, especialmente británicos, que llegaron para trabajar en la construcción de ferrocarriles, la industria y el comercio. Fueron precisamente estos inmigrantes quienes trajeron consigo las primeras raquetas, pelotas y las reglas del tenis, introduciendo este deporte en suelo argentino.
Los clubes sociales y deportivos jugaron un papel fundamental en la difusión y popularización del tenis en Argentina. A medida que la comunidad británica crecía en el país, estos clubes se convirtieron en puntos de encuentro donde se practicaban diversos deportes, incluido el tenis. Uno de los primeros clubes en adoptar el tenis fue el Buenos Aires Lawn Tennis Club, fundado en 1892, que se convirtió en una institución emblemática para el desarrollo del tenis en Argentina.
En la Argentina comenzó a conocerse y a practicarse en el Lawn Tennis bajo su reglamento, llegado desde Gran Bretaña en 1877 a través de los habituales viajantes a Europa, en general empresarios navieros que tenían esa facilidad. La práctica se extendió con timidez, principalmente en manos de aficionados en Rosario, en el campo deportivo de Palermo, en Córdoba y en localidades suburbanas sureñas. El Rosario Cricket Club (luego Atlético del Rosario) fue el que tomó la iniciativa de incluir las flamantes reglas para la práctica del tenis en esa institución.
En sus primeros años, el tenis era un deporte practicado principalmente por la élite social y económica del país, debido a la inversión requerida en equipamiento y membresías en clubes exclusivos. Sin embargo, con el tiempo, el tenis se popularizó y se extendió a otros estratos de la sociedad argentina.
El tenis argentino comenzó a destacarse a nivel internacional en la primera mitad del siglo XX. Jugadores como Enrique Morea, Guillermo Vilas y José Luis Clerc, entre otros, llevaron el nombre de Argentina a la cima del tenis mundial. Vilas, en particular ganó cuatro títulos de Grand Slam, convirtiéndose en una figura icónica en la historia del tenis argentino.
El ascenso de Vilas y otros destacados tenistas argentinos inspiró a una nueva generación de jugadores en el país. El tenis no solo se arraigó en la cultura deportiva argentina, sino que también se convirtió en un fenómeno social.
Los torneos de tenis, especialmente el Abierto de Argentina y el Abierto de Buenos Aires, se convirtieron en eventos de gran importancia en el calendario deportivo del país, atrayendo a aficionados de todo el mundo.
La Academia de Tenis de Guillermo Vilas, ubicada en Mar del Plata, se convirtió en un centro de formación para jóvenes talentos argentinos, proporcionando instalaciones de clase mundial y entrenamiento de alto nivel. Numerosos tenistas argentinos de renombre han pasado por esta academia, contribuyendo al legado continuo del tenis en el país.
En la era moderna, Argentina siguió siendo cuna de grandes jugadores de tenis a nivel mundial como Gabriela Sabatini o Juan Martín del Potro, entre otros, que representaron al país en los circuitos internacionales. El tenis continúa siendo uno de los deportes más populares en Argentina, con una sólida base de aficionados y una rica historia que sigue inspirando a nuevas generaciones de jugadores.