EL MATADOR   

DEPORTE CON HISTORIA PORTAL DEL PERIODISTA

POR JAVIER BONET

X: @jabonetprensa

En nuestra historia de hoy vamos a contar solo un breve instante de la extensa carrera de uno de los máximos exponentes de nuestra Selección Argentina. Sin duda un gran nombre propio, Mario Alberto Kempes, un nombre que resuena con gloria en la historia del fútbol argentino y mundial y representa la esencia del talento. Nacido el 15 de julio de 1954 en Bell Ville, Córdoba, Kempes emergió como una figura emblemática durante la década de 1970 y principios de 1980, dejando una marca indeleble tanto en los clubes donde jugó como en la selección argentina.

Kempes comenzó su carrera profesional en el Instituto de Córdoba en 1970, donde sus dotes de goleador atrajeron rapidamente la atención. Su destacada actuación con el equipo de Córdoba lo llevó a ser adquirido por Rosario Central en 1973, donde continuó mostrando su capacidad goleadora y su destreza técnica. Sin embargo, fue su transferencia al fútbol europeo lo que catapultó su carrera a nivel internacional. Y lo que le valió a aquel muchacho de Córdoba que en la historia del fútbol mundial se lo reconozca por siempre como “El Matador”.

En 1976, Kempes dio el salto al fútbol español al firmar con el Valencia CF. En este club, el delantero argentino no solo consolidó su reputación como goleador, sino que también se convirtió en ídolo para los hinchas  valencianistas. Durante su estadía en Valencia, Kempes convirtió más de cien goles en liga española y Copa del Rey, estableciéndose como uno de los jugadores más importantes en la historia del club. Es el único jugador en la historia en haber sido el goleador de la primera división española en sus dos primeras temporadas y en forma consecutiva.

El punto culminante de la carrera de Kempes llegó en la Copa del Mundo de la FIFA 1978, disputada en Argentina. Como unos de los  líderes de la Selección Nacional, Kempes deslumbró al mundo con su habilidad técnica, velocidad y precisión frente al arco. Marcó un total de seis goles en el torneo, incluidos dos en la final contra Países Bajos, donde Argentina se consagró campeón del mundo por primera vez en su historia. Kempes no sólo fue el máximo goleador del torneo, sino que también fue galardonado con el Balón de Oro como el mejor jugador del mundial.

El impacto de Kempes en el fútbol argentino va más allá de sus logros en la selección nacional y en clubes europeos. Su legado perdura en la memoria colectiva de los hinchas, quienes lo recuerdan como uno de los grandes ídolos del deporte argentino. Un claro ejemplo de eso es sin dudas que uno de los estadios más emblemáticos de nuestro país lleve su nombre. Desde el año 2011 el Estadio Olímpico de Córdoba se llama Mario  Alberto Kempes. 

Tras su brillante paso por Valencia y la selección argentina, Kempes continuó su carrera en diversos clubes hasta su retiro en el año 1996. Luego de su retiro Kempes se dedicó un tiempo a entrenar equipos. En general, tuvo períodos breves al frente de clubes de diversos países. Pero después ha mantenido una presencia activa en el mundo del fútbol como comentarista y analista deportivo. Su experiencia y conocimientos le han permitido compartir su perspectiva única sobre el juego, ganándose el respeto tanto de colegas como del público.Mario Alberto Kempes no sólo es recordado por sus impresionantes habilidades futbolísticas y su papel crucial en los éxitos de la selección

argentina, sino también por su impacto duradero en el deporte como un verdadero icono. Su nombre perdurará en la historia del fútbol como uno de los grandes jugadores que han dejado una marca imborrable en el deporte más popular del mundo.