POR JAVIER BONET
X: @jabonetprensa

En nuestra historia de hoy, hablaremos de uno de los pilotos mas emblemáticos del automovilismo doméstico. Fue sin dudas uno de los referentes del deporte motor. Juan María Traverso o simplemente “ El Flaco” es una figura reconocida por su talento excepcional y su habilidad para dominar diversas categorías a lo largo de su carrera. Nacido el 28 de diciembre de 1950 en Ramallo, provincia de Buenos Aires, Traverso se destacó no solo por sus éxitos en las pistas, sino también por su carisma y su influencia en el deporte motor en Argentina.
Desde temprana edad, Traverso mostró su interés por los autos y las carreras. Su debut oficial en el automovilismo se produjo en 1971 compitiendo en Turismo Carretera, misma categoría en la que diría adiós en 2005, consolidándose como uno de los pilotos más exitosos y respetados de Argentina. Obtuvo su primera victoria el 29 de octubre de 1972, en la Vuelta de 25 de Mayo, la cual lo hizo ingresar al historial de ganadores del TC, como el piloto número 109 en lograr por primera vez un triunfo y repitió dicho honor en 46 oportunidades.


Una de las características distintivas de Juan María Traverso fue su versatilidad para adaptarse a diferentes tipos de automóviles y circuitos. Su habilidad era tal que podía competir y ganar en categorías tan diversas como el Turismo Carretera, el TC 2000 y el Top Race. Esta versatilidad no solo la demostró con su destreza como piloto, sino también con su capacidad para entender y dominar diferentes estilos de conducción y estrategias de carrera.

Uno de los hitos más destacados de su carrera fue su dominio en el Turismo Carretera, una de las categorías más prestigiosas del automovilismo argentino.


Traverso logró varios campeonatos en esta categoría convirtiéndose en uno de los pilotos más exitosos en la historia de la especialidad. Su estilo agresivo pero muy inteligente en las pistas le valió el respeto de sus colegas y el cariño del público argentino.
Además del Turismo Carretera, Traverso dejó una marca indeleble en el TC 2000, una categoría que combina carreras en circuitos callejeros y convencionales. Manejaba de igual manera en los circuitos callejeros como en los tradicionales. Ganó múltiples campeonatos en el TC 2000 y se convirtió en un referente para toda una generación de pilotos que admiraban su técnica y su capacidad para controlar cualquier tipo de auto.
Fuera de las pistas, Juan María Traverso también fue reconocido por su carisma y su cercanía con los aficionados. Siempre dispuesto a firmar autógrafos o a dar entrevistas. Era común verlo interactuar con el público en eventos automovilísticos o en programas de televisión, donde compartía anécdotas y experiencias de su extensa trayectoria.
En el año 2000 fue distinguido por la Fundación Konex con el Premio Konex de Platino como el mejor piloto de la década. Presidió la Asociación Argentina de Volantes, cargo que asumió una vez anunciado su retiro. El múltiple campeón falleció en su domicilio en su ciudad natal de Ramallo a los 73 años tras batallar contra una dura enfermedad que afectó severamente sus pulmones
Su legado trascendió las fronteras del automovilismo argentino. Juan María Traverso fue reconocido internacionalmente por su talento y sus logros, inspirando a pilotos de todo el mundo con su estilo de conducción y su dedicación al deporte motor. Su nombre figura entre los grandes del automovilismo sudamericano y su influencia sigue vigente en la actualidad.


Además de su carrera como piloto, Traverso incursionó en roles de dirección y asesoramiento técnico en equipos de automovilismo, transmitiendo sus conocimientos y experiencia a las nuevas generaciones de pilotos argentinos. Su pasión por el automovilismo nunca disminuyó, y continuó involucrado en el deporte incluso después de retirarse de la competencia activa. Recientemente desaparecido, Juan María Traverso no solo fue un campeón indiscutible en el automovilismo argentino, sino también un embajador del deporte motor que dejó una huella imborrable en la historia del automovilismo sudamericano.
