POR JAVIER BONET
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En nuestra historia de hoy vamos a contar sólo un pedacito de la riquísima vida de uno de los íconos del tenis argentino. José Luis Clerc es, sin lugar a dudas, uno de los tenistas más destacados de la historia de Argentina. Su nombre está grabado con letras doradas en la historia del tenis mundial, Nacido el 16 de agosto de 1958 en Buenos Aires, Batata como se lo conocía popularmente alcanzó una prominencia internacional en la década de 1980 más precisamente en agosto de 1981, convirtiéndose en el primer argentino en alcanzar el puesto número 4 del ranking ATP, un hito que marcó su carrera y dejó una huella en el tenis mundial.
José Luis comenzó a practicar el tenis a temprana edad, siguiendo la tradición familiar en un deporte que ya era popular en su círculo. Actualmente se mantiene como el segundo argentino detrás de Guillermo Vilas con mayor cantidad de títulos profesionales en singles con 25. Fue un jugador que no sólo se destacó por su juego, sino también por su particular estilo, caracterizado por su agresividad y su gran capacidad para golpear la pelota con precisión.
La carrera de Clerc comenzó como profesional en el año 1977 y tardó solo un año en ganar su primer torneo ATP, este fue el 15 de mayo de 1978 precisamente en Florencia. Brilló a comienzos de la década de 1980, cuando como ya contamos alcanzó el puesto número 4 del ranking mundial. Se destacó más que nada en superficies lentas, llegando dos veces a semifinales del Abierto de Francia en 1981 y 1982.
Además, en la Copa Davis de 1981, la competencia más importante de selecciones nacionales, Clerc jugó un papel fundamental acompañado de otra de las figuras de este deporte como Guillermo Vilas para que nuestro país lograra llegar por primera vez a la final. Le dio al país importantes victorias y desempeñó un papel crucial en los triunfos de Argentina en los 80. Aunque no logró ganar la Copa Davis, su contribución al equipo argentino fue clave en un período de crecimiento y de consolidación del tenis en Argentina.
Clerc era un tenista completo, pero su principal característica era su gran manejo de los golpes de fondo. Una de las características que lo definieron fue su consistencia en la cancha, su capacidad para mantener la calma en situaciones de presión y su enorme foco en el juego. A pesar de su éxito, la carrera de Batata se vio interrumpida prematuramente por una serie de lesiones, los problemas físicos comenzaron a ser un factor importante en su carrera. Aunque logró mantenerse en el circuito profesional durante muchos años, las lesiones lo limitaron.
Se retiró de forma definitiva del tenis profesional en mayo de 1989 con 31 años de edad y fue al disputar su último gran torneo, este fue Roland Garros dónde cayó en primera ronda. Su retiro fue sorpresivo para muchos, dado que aún mantenía un nivel competitivo alto, pero las constantes lesiones y el desgaste físico le hicieron tomar la decisión de dejar el deporte.Después de su retiro, José Luis Clerc continuó vinculado al mundo del tenis, participando como comentarista en los medios de comunicación y como colaborador en el desarrollo de nuevos talentos.
Su conocimiento del juego y su experiencia en el circuito lo convirtieron en una figura respetada en el ámbito del tenis nacional e internacional. En la actualidad, sigue siendo un referente para las nuevas generaciones de tenistas argentinos.
En un país donde el tenis siempre ha sido un deporte popular, Clerc dejó una marca indeleble, una huella que perdura en la memoria colectiva. Su carisma y su pasión por el tenis, lo convirtieron en uno de los grandes íconos deportivos de Argentina. Sin duda, su figura sigue siendo parte del imaginario de los argentinos y un referente indiscutido para todos aquellos que aman el tenis.