DON ALFREDO

DEPORTE CON HISTORIA PORTAL DEL PERIODISTA

POR JAVIER BONET

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En nuestra historia de hoy vamos a hablar de alguien que no sólo fue uno de los más grandes futbolistas argentinos de todos los tiempos; es una figura clave en la evolución del fútbol moderno. Su historia es mucho más que una carrera de éxitos: es la vida de un talento universal que rompió fronteras, desafió épocas y se convirtió en un símbolo del fútbol. Desde Buenos Aires hasta convertirse en leyenda del Real Madrid, Alfredo Di Stéfano dejó una marca indeleble que trasciende camisetas y nacionalidades.

Alfredo Stéfano Di Stéfano Laulhé nació el 4 de julio de 1926 en el barrio de Barracas, en Buenos Aires. Creció en una familia de clase trabajadora que le inculcó disciplina. Empezó a jugar al fútbol en las inferiores de River Plate, uno de los clubes más importantes de Argentina, y debutó en la primera en 1945. En aquel entonces, el equipo millonario contaba con la famosa “Máquina”, una delantera legendaria que dificultaba que un muy joven Di Stéfano tuviera protagonismo.

Fue entonces cuando fue cedido a Huracán, donde se consolidó como delantero. A su regreso a River en 1947, ya estaba listo para brillar. Ese año fue clave en la obtención del campeonato y llegó su consagración como una de las figuras emergentes del fútbol argentino. Pero su estadía en el país sería corta.

En 1949, en medio de un conflicto entre los clubes y la AFA, varios jugadores argentinos emigraron a Colombia, que ofrecía contratos generosos. Di Stéfano fue uno de ellos, y firmó con Millonarios de Bogotá. En el club colombiano vivió años brillantes, convirtiéndose en figura del equipo conocido como el “Ballet Azul” y ganando varios títulos.

Fue en ese período cuando el Real Madrid puso los ojos en él. Su traspaso no estuvo exento de polémica: el Barcelona también lo quería y había iniciado gestiones. La disputa terminó con la intervención de la FIFA y del gobierno español, y Di Stéfano firmó finalmente en Real Madrid en 1953. Fue una decisión que cambiaría la historia del club y del fútbol europeo para siempre.

A diferencia de otros delanteros de la época, su juego no se limitaba al área rival. Tenía una capacidad única para recorrer toda la cancha, recuperar la pelota, generar juego, asistir y definir. Era el arquetipo del “futbolista total”, mucho antes de que ese concepto se hiciera popular.

Con él como figura principal, el Real Madrid dominó Europa. Entre 1956 y 1960, ganó cinco Copas de Europa consecutivas. Di Stéfano convirtió en todas las finales, incluyendo un hat-trick en la victoria por 7-3 sobre el Eintracht Frankfurt en 1960, en lo que muchos consideran la mejor final de la historia del torneo. También ganó numerosas ligas españolas, copas nacionales e internacionales.Fue dos veces Balón de Oro (1957 y 1959), y en 1989 la revista France Football le otorgó un Balón de Oro especial por ser el mejor futbolista de la historia del galardón hasta ese momento.

Uno de los aspectos más peculiares de su carrera fue su participación en tres selecciones nacionales distintas. Comenzó con Argentina, con la que ganó la Copa América en 1947. Luego jugó para Colombia (en partidos no oficiales, mientras estaba en Millonarios) y finalmente fue nacionalizado español, país con el que disputó 31 partidos, aunque nunca pudo participar en un Mundial.

Su ausencia en Copas del Mundo —por motivos políticos, lesiones y burocracia— es quizás la gran deuda del fútbol con Di Stéfano. Sin embargo, su influencia fue tan profunda que muchos lo consideran entre los mejores de todos los tiempos, incluso sin haber jugado un mundial.

Di Stéfano se retiró como jugador en 1966, tras un último paso por el Espanyol de Barcelona. Luego inició una carrera como director técnico, dirigiendo a equipos como Valencia (donde fue campeón), y al propio Real Madrid.

En 2000 fue nombrado Presidente de Honor del Real Madrid, título que mantuvo hasta su fallecimiento. Su imagen, junto a la de otras leyendas como Santiago Bernabéu, quedó asociada para siempre al ADN competitivo del club blanco.

Alfredo Di Stéfano murió el 7 de julio de 2014, a los 88 años. Su fallecimiento fue un acontecimiento mundial, tanto en Argentina como en España, se le rindieron homenajes multitudinarios. Su nombre hoy sin duda integra la exclusiva lista de los mejores futbolistas de la historia.

Johan Cruyff afirmó más de una vez que “fue el mejor, porque dominaba todos los aspectos del juego”. Y para muchos, su figura es el puente entre el fútbol clásico y el moderno, entre la fantasía sudamericana y la precisión europea.

La historia de Alfredo Di Stéfano es la de un pionero. No sólo por su capacidad dentro de la cancha también por su visión del juego, su adaptación a distintas culturas y su manera de entender el fútbol como un juego colectivo. Este fenómeno argentino, colombiano y español; fue ídolo de River, gloria de Millonarios y leyenda eterna del Real Madrid. Pero, por encima de todo, fue un símbolo universal del fútbol. Uno que seguirá siendo contado mientras que una pelota siga rodando.