POR JAVIER BONET
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En nuestra historia de hoy vamos a hablar de una parte viva de la historia de la Fórmula 1. Hay nombres que quedan grabados para siempre en la memoria de los adeptos al deporte. Uno de ellos es sin dudas Alain Prost, el piloto francés que marcó una era con su estilo de conducción metódico, su rivalidad con Ayrton Senna y su impresionante récord en la máxima categoría del automovilismo. Con cuatro campeonatos mundiales (85, 86, 89 y 1993) y 51 victorias en su haber. Además de este número de victorias logro también 106 podios, 33 poles, y 41 vueltas rápidas. Es reconocido por sus apodos el Profesor o el Maestro, debido a su metódica manera de correr. Hasta finales de temporada 2001 trabajo como asesor en la escudería Alpine. Nacido el 24 de febrero de 1955 en Lorette, Francia, Alain Marie Pascal Prost comenzó su carrera en el karting, como muchos de los grandes pilotos. Su talento natural para la velocidad y su capacidad de análisis pronto lo llevarona la Formula Renault, captando la atención de equipos de la formula 1.
Su debut en la máxima categoría llegó en 1980 en el Gran Premio de la República Argentina con McLaren, equipo con el que mostró su potencial desde el primer momento. Sin embargo, las constantes fallas mecánicas lo llevaron a tomar una decisión arriesgada: fichar por Renault en 1981, un equipo francés con grandes aspiraciones en la F1.
En Renault, Prost se consolidó como uno de los mejores pilotos del momento. Ganó su primera carrera en el Gran Premio de Francia de 1981 y estuvo cerca de lograr el campeonato en 1983, perdiéndolo ante Nelson Piquet en la última carrera. A pesar de sus buenos resultados, su relación con el equipo se deterioró. Después de perder el título, Prost criticó públicamente al equipo por la falta de desarrollo del monoplaza lo cual causó su despido. Ron Dennis, que en ese momento estaba al frente de McLaren, le esperaba con un contrato.
El regreso de Prost a McLaren en 1984 coincidió con el dominio del equipo en la Fórmula 1. En su primera temporada de vuelta, luchó por el título con Niki Lauda, quien lo venció por apenas medio punto, la menor diferencia en la historia de la F1. Pero en 1985 y 1986, Prost logró lo que tanto había buscado: dos campeonatos consecutivos, convirtiéndose en el primer francés en ser campeón mundial.
Sin embargo, su etapa más recordada llegó con la llegada de Ayrton Senna a McLaren en 1988. Lo que parecía una dupla invencible se convirtió en una de las rivalidades más intensas de la historia del automovilismo. Prost y Senna libraron batallas épicas dentro y fuera de la pista, con polémicas y accidentes incluidos. En 1988, Senna se llevó el título, pero en 1989 Prost se vengó y ganó su tercer campeonato, tras un controversial choque entre ambos en Suzuka. Cansado de la tensión con el equipo, Prost dejó McLaren y firmó con Ferrari para 1990.
En Ferrari, Prost continuó siendo protagonista, pero nuevamente la rivalidad con Senna lo marcó. En 1990, volvió a perder el título en Suzuka, esta vez tras un choque provocado por el brasileño en la primera curva. La temporada de 1991 fue complicada para Ferrari y Prost, quien criticó públicamente al equipo y fue despedido antes de finalizar el año.
Tras un año sabático en 1992, regresó con Williams en 1993, donde tuvo un coche dominante que le permitió obtener su cuarto campeonato del mundo antes de retirarse definitivamente de la competición.Con 51 victorias, cuatro títulos y una de las rivalidades más memorables de la F1, Alain Prost dejó un legado imborrable. Su estilo de conducción preciso, su capacidad estratégica y su mentalidad analítica lo convirtieron en un referente del automovilismo. Más allá de su rivalidad con Senna, Prost es recordado como uno de los más grandes pilotos de la historia, un hombre que
supo llevar la Fórmula 1 a otro nivel con su inteligencia y su talento al volante y no sólo dejó una huella imborrable en la F1, sino que también redefinió el concepto de piloto inteligente y calculador.
