POR JAVIER BONET
@jabonetprensa
En nuestra historia de hoy vamos a hablar de un boxeador, pero no de cualquier boxeador sino de uno muy particular, Oscar “Ringo” Bonavena quien dejó una marca imborrable en la historia del deporte de los puños. Nacido el 25 de septiembre de 1942 en Buenos Aires, Argentina, Bonavena se alzó como uno de los pugilistas más destacados de la historia del boxeo argentino.
Desde sus humildes comienzos en el barrio porteño de Parque Patricios hasta las luces brillantes de los cuadriláteros internacionales, la vida de Bonavena estuvo impregnada de una determinación feroz y un espíritu indomable que lo catapultó a la fama y lo convirtió en un ícono del boxeo.
El apodo de “Ringo” se le otorgó en sus primeros días en el ring debido a su parecido físico con Ringo Starr, el baterista de los Beatles. Sin embargo, fue su estilo de pelea agresivo y su capacidad para soportar castigos lo que realmente lo distinguió en el mundo del boxeo. Bonavena no era solo un hombre que lanzaba golpes, sino un estratega astuto en el ring, capaz de adaptarse a diferentes oponentes y situaciones.El ascenso de Bonavena comenzó en la década de 1960, cuando conquistó el título de campeón amateur de Argentina y luego decidió incursionar en el campo profesional.
Su carrera profesional se caracterizó por enfrentamientos épicos contra algunos de los nombres más grandes del boxeo de su época, como Joe Frazier, Muhammad Ali y George Foreman. Estos encuentros no solo consolidaron su reputación como un peleador valiente y temerario, sino que también lo llevaron a alcanzar el estatus de una figura legendaria en el deporte.
Uno de los momentos más destacados de la carrera de Bonavena fue su enfrentamiento con Muhammad Ali en 1970 en el Madison Square Garden de Nueva York. En una pelea que atrajo la atención de millones en todo el mundo, Bonavena desafió a Ali en un combate que demostró la valentía y la tenacidad de ambos hombres. Aunque Ali emergió victorioso en ese encuentro, Bonavena ganó el respeto y la admiración de muchos por su actuación y por desafiar al campeón del mundo.
Además de su habilidad en el ring, Bonavena también cautivó al público con su personalidad carismática y su espíritu extrovertido. Su actitud franca y su sentido del humor lo convirtieron en un favorito de los fanáticos dentro y fuera del ring. A menudo, sus entrevistas y conferencias de prensa estaban llenas de comentarios ingeniosos y anécdotas entretenidas que lo convirtieron en una figura querida tanto para los seguidores del boxeo como para el público en general.
Sin embargo, la vida de Bonavena también estuvo marcada por momentos de tragedia y controversia. En 1976, a la edad de 33 años, Bonavena fue asesinado a tiros fuera de un burdel en Reno, Nevada. Su muerte dejó atónitos a sus seguidores en todo el mundo y dejó un vacío en el mundo del boxeo argentino que nunca pudo ser llenado.
A pesar de su trágica muerte, el legado de Oscar “Ringo” Bonavena perdura en la memoria colectiva del pueblo argentino y en la historia del boxeo mundial. Su valentía en el ring, su carisma fuera de él y su determinación inquebrantable lo convierten en un ícono eterno del deporte, un hombre cuyo espíritu indomable continúa inspirando a generaciones de pugilistas y aficionados al boxeo en todo el mundo. Inscribió su nombre en las páginas de los libros de historia del deporte, el nombre de Ringo Bonavena seguirá resonando como una leyenda del boxeo argentino.
